Soledad, pasta, policías y redes sociales

Roma es una ciudad llena de fuentes. Las 7 colinas que la rodean la encajan en el Tevere, y funciona como una olla en verano. Las colinas traen el agua a las fuentes y el impenitente sol del ferragosto el calor que cuece la soledad del que la siente. En este caso, en Roma. Y en concreto en el Appio Latino.

La historia de la que quiero hablar es deliciosa. También, tierna y triste. Solidaria y posiblemente superficial. Igualmente sorprendente. Aunque lamentablemente habitual.

Uno se puede quedar en la viralidad de su exposición al mundo ante el comunicado que la policía romana dio del evento. O puede dedicarle si quiera unos minutos a cavilar sobre historias similares de su entorno. Ya sea pasado, presente o quizá futuro.

El acontecimiento puede resumirse en lo siguiente. Unos vecinos llaman a la policía alarmados por el llanto de unos vecinos. Dos ancianos de 94 y 89 años con 70 años de

matrimonio abren la puerta entre lagrimas a su primera visita del verano. Quizá de meses.

Los agentes acuden para comprobar que allí no pasaba nada más, o nada menos, que un ataque de soledad desconsolado. El eco de la televisión funcionaba como perfecto altavoz de un mundo del que ambos se sentían ajenos.

Mientras llegaban los servicios sociales para realizar la revisión médica que recomienda el protocolo, uno de ellos se remanga y se encarga de cocinar su mejor receta de pasta para compartir con las víctimas del suceso. Sin duda la mejor noche de su verano.

El hecho en sí es maravilloso. En esencia, la vida debía de ser algo tan simple como ésto. Ayudar al que lo necesita. Ofrecer lo que haga falta. En este caso, basta con Spaguetti y compañía.

Posiblemente a diario, cada comisaria del mundo tendría una historia que podríamos encajarla dentro de esta categoría. Muy posiblemente, y con la misma periodicidad, también alguna otra actuación donde se eche de menos un mínimo del mismo talante.

En este mundo de redes sociales imagino que el personal le dio un “like” a la entrada del Facebook. Quizá fue conversado por muchos. Posiblemente más sorprendido por el anecdótico plato de pasta, que por otro tipo de circunstancia.

Concienciados virtuales. Sentidos “me gusta”y a consumir la siguiente noticia que diluya la anterior. Y otra, y después otra. Lo que sea menos pensar, conversar y escuchar.

Quien le iba a contar a los gurús del “pan y circo para el pueblo” que el exceso de información podría atrofiar la capacidad de análisis, la pausa para pensar y el criterio propio. El opio del pueblo virtual que calma las conciencias sin mover un sólo dedo.

Por aquí dejo la entrada de Facebook de la policía romana que relata al detalle lo allí acontencido. Los protagonistas del asunto.  Como viene en italiano también un enlace que cuenta la peripecia en castellano. Ahora te toca a ti echarle una pensada para move un dedo para algo más que darle al like. O no.

https://www.facebook.com/questuradiroma/posts/1014697258638294

http://www.elmundo.es/f5/2016/08/10/57aa1f83e2704e42558b45cf.html

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